VILLAVERDE MAZA, NOEMÍ
El murciélago cojo: somos naturaleza
El universo: los fugaces somos nosotros
Las necesidades humanas, y la piel del deseo
El cuidado y el fémur roto de Margaret Mead
Se necesita todo un mundo para crear humanidad
La guerra: ¿está el enemigo?, que se ponga
La desigualdad y la economía del don
El lado oscuro de la empatía
Capitalismo afectivo y la resiliencia de un árbol
La ciencia y la historia de la señora Poop
El trabajo, el reloj y la copa de la libertad
El viaje y el vuelo del vampiro
Como la miríada de estrellas en los cielos, así es la esencia de la humanidad esparcida por la tierra, aseguran los maoríes. Miríadas de especies componen y sostienen la humanidad, porque los seres humanos no solo somos parte de la naturaleza: somos naturaleza. Se necesita todo un mundo para crear humanidad, nos advierten los pueblos originarios. Múltiples son los consejos del mundo que nos recuerdan que nuestro bienestar depende del bienestar de toda la biosfera: como la noción Hurai del pueblo tuvano chino o Prakritik Swaraj en la India, el compromiso de Mâlama 'Âina de Hawái o la práctica sueca Lagom. Somos polvo de estrellas, y solo en nuestro intestino hay más microbios que galaxias en el firmamento. Natural, dicen, es la desigualdad y la guerra, como lo es ganarse la vida con el sudor de la frente. Pero poco o nada se dice del cuidado ¿Qué es, pues, lo esencial para el ser humano Valga este libro para viajar hasta los más recónditos lugares de la naturaleza, humana y no humana. Porque el ser humano está hecho de átomos, pero también de historias. Elucubramos y jugamos de manera natural. Somos científic