Pablo de Lora, catedrático de Filosofía del Derecho, argumenta que estamos atravesando una crisis del Estado liberal. Su instrumento normativo nuclear, la ley, se ha corrompido gravemente. Las leyes tienen hoy, ante todo, una vocación de alardeo moral. El autor demuestra que estos fenómenos son la derivada natural de una pervertida moralización de la política, que desconoce la diversidad y el pluralismo ético razonable que habita en nuestras sociedades.